Veintidos años después

Se tomaron su tiempo, algo así como veintidós años, y cuando parecía que nunca llegaría el álbum que sucediera al increíble "Loveless" de 1991, My Bloody Valentine editó en febrero de este año al sucesor de aquel gran disco que inauguró e influenció a muchas bandas a principios de los años noventa. Esta última semana recién escuche el nuevo disco para ver de que se trataba, para descifrar cual era el secreto que tanto tardaron en editar, aunque antes de escucharlo volví a darle play al gran "Loveless", como para entrar en clima. Y no hay nada nuevo bajo el sol, pero si lo hay, ese sonido, esas guitarras y esos susurros marca registrada están ahí, con otra forma y con nuevas melodías. "Mbv", así se llama el disco, es la continuación perfecta de "Loveless", el sonido, la identidad de la banda es una marca registrada y el espíritu de los irlandeses sigue intacto. My bloody valentine se tomó su tiempo, pero seguramente los amantes de "Loveless" habrán encontrado en las nueve canciones que componen "Mbv" el sentido y la continuación lógica, como si el tiempo jamas hubiera pasado.