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Una verdadera reliquia de Smashing Pumpkins |
Entrar a eso que algunos denominan "disquería especializada" me pone de excelente humor, me genera una alegria que inevitablemente comparo con mi infancia, es como cuando niño entraba a una juegueteria, no importaba si tu papá o tu mamá no tenian plata y por ende no te compraban nada, lo lindo era ver, tocar e investigar.
"Bueno, la proxima vemos" era y es una gran respuesta (que hoy uso con mis hijos) que a veces disparaba el capricho mas grande del universo y otras veces generaba una esperanza estremecedora.
Tan sólo con traspasar la puerta uno ya se siente distinto (¡como cuando niño!), esos reductos son verdaderos centros de cultura, uno puede encontrarse con vinilos originales de Spinetta Jade, Beatles, Riff, Madonna, Jimi Hendrix, Pink Floyd, Edmundo Rivero, Rolling Stones, U2 y tantos otros- Una verdadera parte de la historia de la música.
Es hermoso conocer esas ediciones raras y revolver en las bateas, buscar entre los vinilos usados, encontrarse con ediciones desgastadamente originales, imaginar cuantas historias habrá tras ese disco que en la contratapa tiene un nombre escrito en birome y ni hablar cuando por obra y arte del destino se encuentra alguna edición que no se tiene a un buen precio.
También, uno suele encontrar memorabilia, libros usados y lo mas importante, el señor que vende esos discos sabe de música, opina de música y te entiende cuando por ejemplo le consultas algo sobre la edición en vinilo triple de "Mellon Collie & the infinite Sadness" de Smashing Pumpkins.
Se que muchos no pueden comprender que uno compre un disco en formato vinilo cuando ese mismo disco ya se lo tiene en cd, cassette o cualquier otro formato. Es un fetiche difícil de explicar, pero que en mi caso, me hace simplemente feliz, como entrar a una "disqueria especializada".