Todo al revés, a contramano, complicado y enmarañado si se me acepta el termino. Hay días en los que mejor no salir del abrigo que regala nuestra habitación. Hoy es un día de esos, en lo que todo, absolutamente todo sale lisa y llanamente mal. Cuando todo lo que quería hacer quedó hundido en el más estrepitoso fracaso me senté en el banco de una plaza, respire unas cuantas veces, dejé que mi vista y mis pensamientos se pierdan entre las ramas de unos frondosos y altos árboles y puse, dentro de lo que me permitía el momento, mi mente en blanco. Ahora, sentado en mi lugar de trabajo, recordé un disco que mi hermano escuchaba hasta el cansancio allá lejos y en el tiempo, "Seventh Son of a Seventh Son" de Iron Maiden, creo que hoy, me hubiera venido muy bien esta canción para ese momento en el que la furia invadía mi cuerpo.
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