La soledad, tan cruel a veces, tan necesaria otras, es ni mas ni menos que una sensación. Vulgar, común y única. Todos, absolutamente todos, en algún momento nos sentimos solos aunque nos rodee una multitud, en cambio otras veces, que si estamos solos en una habitación o en cualquier lugar podemos sentirnos acompañados y protegidos.
Muchas veces esa compañía no proviene de una persona y de eso puntualmente quiero hablar.
Hace poco falleció María Elena Walsh, creadora de obras maravillosas e inolvidables, algún tiempo atras María Elena dijo con toda su sabiduría: "donde no hay libros, hace frió..." esa frase me resulto tan perfecta y tan clara para explicar lo que sentimos todos aquellos que encontramos abrigo en un libro, todos aquellos que atacamos alguna vez a la soledad con la compañía de un libro.
No creo que importe mucho que clase de libros uno lee, lo importante es leer, sumergirse en mundos únicos que nos generan diferentes tipos de sensaciones y experiencias.
La compañía y el abrigo de un libro atacan a la soledad cuando esta molesta y acompañan a la soledad cuando esta es deseada y disfrutada.
Dejemonos abrigar y disfrutemos de la lectura, nada mejor para evitar el "frió".
El que quiere aprender lee.
El que lee busca
El que busca encuentra.
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