Afuera esta lluvioso, gris y melancólico. Hoy es el día de la música, el primer día de la música sin el flaco Spinetta, tal vez eso explique un poco la cuestión climática. Mas allá de este detalle hoy voy a recordar un disco editado hace treinta dos años atrás, exactamente en 1980. De alguien que hizo mucho por ese bendito arte que nos ayuda a vivir y que siempre esta ahí para nosotros. El disco en cuestión es "Siete años" de León Gieco. Disco que compila los primeros años de la carrera del gran León, entre 1973 y 1978. Si bien no soy amante de las compilaciones ni de los grandes éxitos, este disco en particular es un resumen maravilloso de esos primeros años. Diez canciones, diez himnos imprescindibles de la música argentina. El disco abre con "Sólo le pido a Dios" canción compuesta en 1978 en Cañada de Gómez, la ciudad natal de León y editada por primera vez en "4LP", canción que ha girado por todo el mundo y que en la versión de este disco transmite emoción y sentimiento en altas dosis. "Canción de amor para Francisca", "El fantasma de Canterville" (Compuesto por Charly Garcia), "El país de la libertad", "La colina de la vida" y "Cachito, campeón de Corrientes" se acomodan entre tantas grandes canciones dentro de las mejores. León toca folk, rock, chamamé y tantos otros estilos, León es canción popular, música para las almas como dice un viejo amigo. Soportó la censura, la esquivó, maquilló sus canciones pero siempre contando lo mismo, siempre diciendo las cosas que muchos preferían callar. Este disco, es la muestra más genuina de la música de Gieco, con la paleta de colores necesarios para que cada rasgo de León tenga su lugar. Es una compilación, es un grandes éxitos y así y todo es un disco que adoro. Toda regla tiene su excepción y este disco es una de las excepciones. Diez rugidos hermosos de este León enorme de apellido Gieco.
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