Sin querer, hace unos días me encontré embelezado por una
canción, al cantarla una y otra vez caí en la cuenta que no tenia estribillo. Un gran estribillo pareciera ser una de
las armas principales para que una canción se convierta en un hit, en una canción de esas que se te graban a fuego en la memoria, sin embargo son muchas las canciones que se han transformado en clásicos
absolutos sin utilizar el viejo y querido estribillo. La canción que me
disparo este pensamiento es "Space Oddity" de David Bowie. Disco editado
en 1969 e indispensable eslabón en la prolífera carrera del duque
blanco. Y como una cosa lleva a la otra enseguida empezaron a venir a mi
cabeza muchas canciones sin estribillo y que son maravillas absolutas.
"Mañana en el abasto" 1987 de Sumo es una de esas canciones increíbles
que no necesito de nuestro amigo el estribillo para brillar y
convertirse en un clásico absoluto. "Exit music (For a film)" 1997 de
Radiohead y "To beef or not to beef" 2004 del Indio Solari son otros
ejemplos de canciones que vinieron a mi mente en esta búsqueda de piezas
fabulosas que le dieron descanso a los estribillos.
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