lunes, 24 de septiembre de 2012

Te debo el estribillo


Sin querer, hace unos días me encontré embelezado por una canción, al cantarla una y otra vez caí en la cuenta que no tenia estribillo. Un gran estribillo pareciera ser una de las armas principales para que una canción se convierta en un hit, en una canción de esas que se te graban a fuego en la memoria, sin embargo son muchas las canciones que se han transformado en clásicos absolutos sin utilizar el viejo y querido estribillo. La canción que me disparo este pensamiento es "Space Oddity" de David Bowie. Disco editado en 1969 e indispensable eslabón en la prolífera carrera del duque blanco. Y como una cosa lleva a la otra enseguida empezaron a venir a mi cabeza muchas canciones sin estribillo y que son maravillas absolutas. "Mañana en el abasto" 1987 de Sumo es una de esas canciones increíbles que no necesito de nuestro amigo el estribillo para brillar y convertirse en un clásico absoluto. "Exit music (For a film)" 1997 de Radiohead y "To beef or not to beef" 2004 del Indio Solari son otros ejemplos de canciones que vinieron a mi mente en esta búsqueda de piezas fabulosas que le dieron descanso a los estribillos.

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