Podría no terminar nunca, podría durar eternamente y no molestarme jamás. En 1970 fue editada en el último larga duración de The Beatles, "Let it be". Detrás de ese disco hay miles de historias, fue grabado antes de "Abbey Road" pero editado luego, la banda se esfumaba, peleas internas, excesos y egos por las nubes no generaban el mejor de los climas. La orquestación de Phil Spector, los enojos de Paul y miles de asuntos más terminaban por generar la disolución de la banda mas importante en la historia de la música moderna. Sin embargo la música era y es increíble, la dupla Lennon/McCartney era y es invencible. "Across the universe" es la canción que siento que podría ser infinita, tal vez hasta seria justicia divina que lo sea, es que cuando empieza a sonar no quiero que termine mas, "Nothing´s gonna change my world" rebota una y otra vez dentro de mi cabeza y el infinito pareciera alegrarse ante la posibilidad de que dure para siempre. Pasaron mas de cuarenta años, sin embargo la canción sigue ahí, bella, eterna y repleta de luz. La obra de los cuatro fantásticos de Liverpool es gigante, suprema, reveladora y durara por siempre, como "Across the universe", mi canción infinita.
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