Hoy, jueves 20 de septiembre, mientras caminaba por las inmediaciones del estadio monumental por cuestiones relacionadas a mi espíritu Riverplatense, recordé que hace exactamente 15 años, estaba ahí, esperando el último concierto de Soda Stereo, por diferentes motivos aquel día fui solo, ahí estaba yo, despidiendo a la banda de mi adolescencia, y arriba de aquel escenario estaban ellos, tocando esas canciones que forman parte de mi vida. Recuerdo como si fuera hoy la sensación al finalizar cada canción, no podía sacarme de la cabeza que era la última vez que escuchaba eso en vivo, para ser sincero, no disfrute aquel show, ellos eran tres tipos cerrando la trayectoria enorme y maravillosa de la banda más grande de latinoamérica, el problema era que la banda ya había dejado de ser y creo que todos lo sabíamos, recuerdo un show en el estadio de Ferro en 1996, aquel día sentí que como banda ya no tenían esa unión musical y mucho menos personal. La diferencia que había con otros shows era abismal. Los vi en vivo en Vélez, en el Gran Rex, en el Superdomo de Mar del Plata, en La Plata, en la 9 de Julio y en Obras y puedo asegurar que la magia de siempre brillaba por su ausencia. Sin embargo, era un acto de valentía y de respeto realizar ese último show, despedirse bien, cerrar el circulo. Y el circulo cerró, Gustavo dijo el hoy clásico "Gracias totales" y Soda Stereo pasó a ser uno de los recuerdos mas hermosos de mi adolescencia. Cuando la gente del campo empezó a salir, me tire al piso, abracé fuerte el libro de souvenir que me había comprado y quede acostado mirando el cielo, buscando una respuesta que era obvia, pero que en aquel entonces no quería ver. Dejé algunas lágrimas en el campo del monumental y me fui. El sueño stereo había terminado.
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